Caminar Descalzo

 

Los pies tienen muchas terminaciones nerviosas, cuando caminamos descalzos estamos estimulando nuestros puntos de energía.

Al estar en contacto directo con la tierra estamos permitiendo que nuestro cuerpo descargue el exceso de energía con carga positiva + que acumulamos debido a factores como la exposición a dispositivos electrónicos, el calzado aislante o el ambiente en general, ya que la tierra tiene carga negativa - consiguiendo un equilibrio y mejorando algunos aspectos de nuestra salud.

A este proceso se le conoce con el nombre de “earthing” o “toma de tierra”.

Los pies están diseñados para andar sin calzado por superficies naturales, al inicio de la humanidad todos andábamos así.

Al estar en contacto con la tierra (hierva o la arena) hace que nuestra circulación de la sangre mejore ya que proporciona que se impulse de mejor manera hacia el corazón.

Nos ayuda a sentirnos libres, liberando cargas de ansiedad y estrés.

Lo recomendable sería andar descalzo una hora al día, siempre que tus actividades y obligaciones cotidianas te lo permitan.

El pie tratará siempre de adaptarse disminuyendo las lesiones de ciertos ejercicios.

Un ejercicio simple sería andar de puntillas y luego de talones para fortalecer la musculatura de los pies.

Dato curioso, a partir de 6cm de tacón el 90% del peso cae en el antepié y dedos mientras que el 10% en el retropié.

Los tacones alteran la función normal de las articulaciones del tobillo y rodilla además de la zona baja de la espalda.

Al ir sin zapatos sudamos menos por lo tanto al no haber tanta humedad se reduce la posibilidad de desarrollar hongos, una recomendación para este problema sería ir con un calzado abierto.

Precauciones:

·     - En gimnasios, vestuarios o piscinas usar siempre chanclas para evitar cualquier infección o   contagio de hongos.

·     - Por superficies inclinadas hacerlo con cuidado, evitando sobrecargas musculares y articulares.

·      - Quien sufre de pie diabético no es recomendable que vaya descalzo ni siquiera por nuestra casa, y si llevamos calzado hacerlo siempre con calcetín para evitar rozaduras y ampollas.

En resumen, al caminar descalzos sobre la tierra, permitimos que nuestro cuerpo se conecte con las cargas eléctricas de la tierra, lo que puede tener efectos positivos en nuestra salud y bienestar.